La mujer

Con un cigarrillo en su mano, su mirada perdida en la niebla que cubre la luz del cielo azul. Busca esperanza, busca la esperanza perdida.

Intenta descifrar el sistema de un pedazo de papel que imprime un recuerdo. Relee letras escritas con sus sentimientos; abre heridas surcadas desde su asiento. Ha aprendido a traducir lo que hay más en una mirada. Sin embargo, escucha una voz, una voz más alláó...

¿A dónde la invita?

¿Cómo se huye de algo desconocido? Mantiene su cuerpo inmovil e inerte. Una mujer se abraza a EL, mientras la chica de la banca se deshace. La dichosa obtiene su amor sin reservas. Distante del misterio, redentora de logros, la que juega a amar con perpetuidad. Espera la palabra engañosa.

Sabe que más tarde ella ocupara su lugar, sin embargo, el día de ayer se ha ido, y también el cual el se ha marchado. Desea regresar haya, sin que el lo haga. La hija que desearon; así le decía en obsoletos recuerdos. Y hoy le dice-Fria y acojedora- .Qué fácil es la ausencia. Sonrisas que no ha recibido. Lugar que no han visitado. Mirada que no le pertenece. Aliento sin respirar. Temáticas sin aprender. Situaciones que en otra dimensión, ella estuviese viviendo. No la conmueven esos brazos que piden consuelo, su llanto callado y su amor cabizvajo.

Duele la espera. Duele el olvido más fino. La entrega más vacia. La insoportable dolor de la asfixia.Aparece en la oscuridad, la sombra del amor. Todo se hace en silencio a la luz de las estrellas en una recámara oscura. Hogar de su amor; lugar de el y ella, el de nadie. La alarma del reloj que hace un año le preocupo. Dos lágrimas y el dolor de la sangre irrigada al corazón. Ha llegado la hora de otra despedida... ha llegado la hora de la otra mujer...